
Un Líder de Proyecto, un Programador y un Analista, llevaban semanas trabajando en un proyecto por lo que un buen día a la hora del almuerzo decidieron ir a caminar a la playa para despejar un poco sus mentes.
Ya en su recorrido por la arena, ellos ven que entre unas rocas se encuentra una lámpara, por lo que deciden frotarla y de repente se aparece un genio que les dice:
“Normalmente concedo tres deseos a una persona, pero como ahora son tres únicamente les concederé un deseo a cada uno”
Ante estas palabras del genio, los tres hombres consideran que es una situación justa, por lo que el Analista pide su deseo:
“A mi me gustaría pasar el resto de mi vida en una gran casa ubicada a los pies de una hermosa montaña, sin problemas de dinero y en compañía de una bella mujer que nada más se dedique a atenderme”
El genio le concede su deseo y envía directamente al Analista hacia el lugar que pidió.
Seguidamente el Programador pide su deseo:
"Me gustaría pasar el resto de mi vida viviendo en un gran crucero en el Mediterráneo, sin problemas de dinero y en compañía de una bella mujer que nada más se dedique a atenderme”
El genio le concede su deseo y envía directamente al Programador hacia el gran crucero en el Mediterráneo.
Finalmente le toca el turno al Project Manager y el genio le pregunta:
¿Cuál será tu último deseo?
A lo que el Project Manager le responde:
Mi deseo es que ellos dos estén de regreso en la oficina cuando termine la hora del almuerzo.
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